El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las proyecciones de crecimiento para la Argentina para 2023, al estimar ahora que el país crecería 0,2%, cuando en octubre último anticipaba un crecimiento de 2%, en un contexto de desaceleración mundial.
A la vez, el organismo monetario elevó las proyecciones de inflación a 98% para este año, en línea con las modificaciones realizadas en la cuarta revisión del programa argentino con el Fondo, que se aprobó hace 10 días y permitió un desembolso de US$ 5.400 millones.
Estos cambios para la economía argentina están íntimamente relacionados con el impacto de la sequía y en el contexto de desaceleración mundial, y fueron reflejados hoy en el nuevo World Economic Outlook, la publicación semestral del Fondo, que fue titulada «A rocky recovery» (una recuperación de roca), precisamente por la dificultad de las economías de salir del contexto adverso.