Durante los festejos de Nochebuena en Villa Sarmiento, partido de Morón, una niña de 12 años identificada como Angelina fue alcanzada por una bala perdida que impactó en la parte posterior de su cráneo, un hecho que conmocionó a la comunidad y encendió el debate sobre la inseguridad y el uso imprudente de armas en celebraciones festivas.
La investigación penal y las pericias médicas y balísticas dieron avances clave en las últimas horas. Según fuentes del caso, la tomografía realizada a la menor indicó que el proyectil que la hirió sería de calibre 40, aunque los investigadores no descartan que pueda tratarse de un calibre 9 mm, por lo que las pericias balísticas continúan para precisar el tipo de arma y su origen.
Los fiscales a cargo de la causa entre ellos Valeria Courtade, de la UFI N°3 de Morón trabajan en recolectar evidencia y comparar la bala que quedó alojada en el cráneo de Angelina con vainas servidas encontradas en las cercanías, con el objetivo de reconstruir la trayectoria del disparo y encontrar el arma utilizada.
La menor permanece internada en terapia intensiva en el Sanatorio de la Trinidad de Ramos Mejía, donde fue trasladada tras ser atendida inicialmente en el Hospital San Juan de Dios.
Los médicos lograron estabilizarla, aunque aún no fue sometida a cirugía para extraer el proyectil, que continúa alojado en la fosa posterior del cráneo sin orificio de salida, lo que complica el procedimiento.
Según los familiares, la niña no tiene comprometida la función motora por el momento, y el cuadro sigue siendo monitoreado minuto a minuto por los equipos médicos. La familia permanece en el sanatorio y, si bien no se brindan partes médicos oficiales, los allegados describieron una situación de alta preocupación y expectativa por su recuperación.
¿Cómo ocurrió el hecho?
El hecho se produjo cerca de las 0:02 del 25 de diciembre, cuando Angelina estaba con su familia y varios primos en la calle observando fuegos artificiales, en el marco de los festejos navideños. La niña se desplomó repentinamente, gritó que “le quemaba la cabeza” y cayó al suelo con un sangrado evidente en la nuca.
Las autoridades trabajan con la hipótesis de que el disparo provino de alguien que accionó un arma al aire durante los festejos, transformando un elemento festivo en un peligro letal. Personal de la Policía Científica secuestró múltiples vainas servidas en viviendas cercanas, lo que podría ayudar a identificar si los proyectiles provienen de la misma arma o de varios tiradores.