José Antonio Kast se impuso en el balotaje presidencial de Chile y fue electo como nuevo presidente del país, tras lograr una ventaja contundente sobre la candidata Jeannette Jara. Según los datos oficiales difundidos por el Servicio Electoral (Servel), el líder del Partido Republicano obtuvo alrededor del 58% de los votos, frente al 42% alcanzado por su rival, lo que consolidó una diferencia superior a los 15 puntos porcentuales.
Con este resultado, Kast sucederá a Gabriel Boric y asumirá el mando el 11 de marzo de 2026, marcando un cambio significativo en el rumbo político chileno luego de cuatro años de un gobierno de orientación progresista. La segunda vuelta se desarrolló con voto obligatorio y una alta participación en todo el territorio nacional, lo que reforzó la legitimidad del proceso electoral.
El presidente electo, abogado de 59 años, había competido previamente en elecciones presidenciales sin éxito. En esta ocasión, logró ampliar su caudal de votos al captar el apoyo de sectores de la derecha tradicional y de la centroderecha que se reagruparon tras la primera vuelta. Durante la campaña, Kast centró su discurso en temas como seguridad pública, control de la inmigración, orden institucional y crecimiento económico.
Jeannette Jara, exministra de Trabajo y referente de la izquierda chilena, reconoció rápidamente el resultado y felicitó a Kast, subrayando la importancia de respetar la decisión expresada por la ciudadanía en las urnas. Desde su espacio remarcaron la necesidad de ejercer una oposición responsable en el nuevo escenario político.
La jornada electoral transcurrió sin incidentes de gravedad, aunque tras conocerse los resultados se registraron celebraciones en distintos puntos del país y algunas manifestaciones aisladas en zonas céntricas de Santiago, que fueron controladas por las fuerzas de seguridad.
El triunfo de Kast fue celebrado por referentes del arco político conservador y seguido con atención en la región, ya que representa un nuevo giro político en Sudamérica. A partir de marzo de 2026, el nuevo gobierno enfrentará el desafío de recomponer consensos en un país atravesado por debates sociales, económicos e institucionales que marcaron los últimos años.