El ministro de Economía, Sergio Massa, enviará al Congreso un proyecto de ley para que dejen de pagar el impuesto a las ganancias los trabajadores que cobran hasta un millón de pesos y jubilados, con excepción de aquellos de privilegio, a partir del año próximo.
Sólo estarán alcanzados por el gravamen los directores de las sociedades anónimas, los CEOs, gerentes y subgerentes y pensiones de privilegio, que implicarán un porcentaje muy menor del total de empleados en relación de dependencia de todo el país.
Se implementará una suba del piso mínimo a más de $1.000.000 de ganancias para reducir el impacto de la devaluación del peso pos PASO, que está impulsando más de un 20% los precios en el bimestre de agosto y septiembre.
Según las proyecciones que hacen en el Gobierno, mejoraría el ingreso neto de bolsillo entre 21% y 27%. Actualmente, el piso mínimo para quedar exento es de $700.870.
Se estableció para los salarios de agosto y, según los números que manejan en el Palacio de Hacienda, la cantidad de trabajadores y jubilados que pagan el impuesto son 701.928 (o sea, un 7% del total de los trabajadores en relación de dependencia).
Si ese piso no se modifica, según las proyecciones oficiales, la cantidad de retenidos aumentaría a 890.000 en diciembre.
Llevarán el piso a más de $1.000.000, lo que sería un aumento de más de 40%. El anuncio se haría este lunes por la tarde en un encuentro entre el ministro y los gremios en Economía.
Para un salario neto de bolsillo de $667.998,69, la mejora pensada sería de $117.690,32 (+21,4%); para uno de $717.998,69, sería de $135.190,32 (+23,2%); para uno de $767.998,69, sería de $152.690,32 (+24,8%); para uno de $817.998,69, sería de $170.190,32 (+26,3%); para uno de $867.998,69, sería de $187.690,32 (+27,6%).
Son variaciones que se asemejan a la inflación del período, por lo que serían más bien actualizaciones con el objetivo de no incluir a más trabajadores en el pago del impuesto debido a la fuerte aceleración inflacionaria y de las paritarias.