Cuando la economía argentina sufre los coletazos y se alista para dejar atrás los efectos de la pandemia, el pago de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ocupa el centro de la escena.
Con media sanción reciente, este jueves el proyecto de pago sería tratado en la Cámara de Senadores.
Mientras tanto, en el Frente de Todos lo que falta es unidad. En ese camino, el diputado nacional Pablo Carro -que viene de abstenerse en la votación- retomó un proyecto oficial de los tiempos de picos de coronavirus: el Impuesto a las Grandes Fortunas.
El dirigente dijo apuntar a «que la solidaridad sea regla», proponiendo un «Aporte Solidario y temporario para mitigar el impacto del endeudamiento con el FMI».
La gran singularidad es que el mismo tendría diez años de duración.
En sus palabras, refirió que lo pagarán «las personas más ricas del país, con patrimonios declarados superiores a 320 millones de pesos».
Y agregó: «Tenemos que garantizar que el peso del endeudamiento no recaiga -otra vez- sobre las y los trabajadores, sobre las y los jubilados. Necesitamos que los sectores más pudientes de la argentina sostengan un segmento de los esquemas de financiamiento público para recuperar el tejido productivo y de seguridad social en la Nación y en las Provincias argentinas».
Hugo Yasky junto a María Rosa Martínez acompañan la idea.