Lionel Messi fue suspendido por dos semanas en París Saint-Germain por el viaje que hizo a Arabia Saudita junto a su familia para una campaña de promoción turística provocó una reacción furiosa por el club parisino. Y el castigo, de que el número 30 no cobre el sueldo ni tenga la posibilidad de entrenarse ni jugar con el equipo en ese lapso, generó de inmediato repercusiones por el impacto de la noticia.
El rosarino había cumplido con los compromisos publicitarios pero ante la derrota como local del puntero de la Liga de Francia por 3-1 contra Lorient provocó repercusiones en el club.
Christophe Galtier, el entrenador convocó una sesión de entrenamiento extra a la que Messi, al estar fuera del país, no asistió. Todo el plantel se presentó en la ciudad deportiva de Camp des Loges y algunos jugadores se sorprendieron de la ausencia del campeón del mundo.