Después de 13 años de sequía, con los ríos que abastecen agua secándose, Chile anuncia un plan de racionamiento de agua sin precedentes en el país ni en la región, que prevé cortes rotativos en diferentes puntos de su capital, Santiago, una ciudad de casi 6 millones de habitantes.
Es una iniciativa conjunta del gobierno metropolitano junto a la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior de la Nación (Onemi) y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), que presentaron el Protocolo de Racionamiento para sectores del Gran Santiago, un plan que busca hacer frente al consumo de agua debido a la sequía que atraviesa la región y el país.
“Una ciudad no puede vivir sin agua”, dijo en conferencia de prensa Claudio Orrego, gobernador de la Región Metropolitana de Santiago. “Y estamos en una situación sin precedentes en los 491 años de historia de Santiago donde tenemos que prepararnos para que no haya suficiente agua para todos los que vivimos aquí”.
El plan presenta un sistema de alerta de cuatro niveles que va de verde a rojo y comienza con anuncios de advertencia, pasa a restringir la presión del agua y termina con cortes rotativos de agua de hasta 24 horas para aproximadamente 1,7 millones de habitantes.
El sistema de alerta se basa en la capacidad de los ríos Maipo y Mapocho, que abastecen a la capital con la mayor parte de su agua y han visto disminuir sus niveles de agua a medida que se profundizó la sequía. Las áreas abastecidas con agua de pozo u otras fuentes estarán exentas de los cortes.
El gobierno estima que la disponibilidad de agua del país se ha reducido entre un 10% y un 37% en los últimos 30 años y podría caer otro 50% en el norte y centro de Chile para 2060.
El déficit hídrico de los ríos determinará si se realizarán cortes cada 12, seis o cuatro días. En cada caso, un área diferente enfrentaría cortes de agua cada día y está previsto que los cortes alcancen hasta 24 horas corridas.
“Esta es la primera vez en la historia que Santiago tiene un plan de racionamiento de agua debido a la severidad del cambio climático”, dijo Orrego. “Es importante que los ciudadanos entiendan que el cambio climático llegó para quedarse. No es solo global, es local”.
No todos somos iguales
El 2021 cerró como el cuarto año más seco en Chile desde que hay registros, con lo que se acumularon 13 años consecutivos de sequía. La situación es tal que el río Mapocho está en sus mínimos históricos.
Pero la situación se agrava por la asimetría en los consumos: comunas como Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea están por sobre el promedio de la Región Metropolitana con 230 litros diarios por persona, lejos de los 130 ideales o los 160 que habitualmente usa el resto de los capitalinos.
Es claro, los cordobeses no somos medida: en diciembre pasado, (es cierto, en plena ola de calor) Aguas Cordobesas advertía a la población que estábamos utilizando más de 300 litros diarios por persona.
En defensa de los cordobeses, hay que señalar que el derroche es un problema Argentino; al menos eso muestra un mapa mundial de consumo de agua doméstica, ranking que encabeza, como tantos otros, Estados Unidos.