El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, participó ayer en un encuentro de dirigentes de los países nórdicos y bálticos con el objetivo de trabajar sobre la seguridad en el norte de Europa y aseguro que: “Nos dimos cuenta de que Ucrania no se convertirá en miembro de la OTAN. Lo entendemos, somos personas razonables”.
Además, hizo alusión a la posibilidad de transformar a la guerra en “mundial”, si la alianza atlántica interviniese directamente en el conflicto. A su vez, el mandatario lamentó la negativa de la OTAN sobre el pedido de un zona de exclusión aérea sobre Ucrania. “Esto le permite al Ejército ruso bombardear ciudades pacíficas y volar bloques de viviendas, hospitales y escuelas” señaló.
Por ello, Zelenski consideró que “Kiev necesita nuevos formatos de interacción con Occidente y garantías de seguridad separadas”, a la vez que solicitó más armamento “ya saben el tipo que necesitamos, todo el mundo lo sabe”. Finalmente, el ucraniano criticó a las empresas occidentales que aún no abandonado el territorio ruso.
Respecto a las sanciones económicas, Rusia desafió a los mandatarios que decidieron castigarla y lanzó su propio paquete contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el secretario de Estado, Antony Blinken, y otros funcionarios de ese país y de Canadá, a los que les impide ingresar a su país. En paralelo, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anunció que iniciaron “el procedimiento de salida” del Consejo de Europa, por haberse convertido en un instrumento al servicio de la “expansión militar-política y económica al Este” de la Unión Europea y la OTAN.
Por su parte, Estados Unidos como Canadá, decidieron incrementar también los nombres en la lista de personas y entidad rusas sancionadas, alcanzando los 1.000 castigados. Además, Biden, firmó ayer una ley que incluye 13.600 millones de dólares en ayuda para Ucrania, que serán repartidos mayoritariamente en gastos para defensa y, en segundo lugar, en ayuda para los refugiados.
En tanto, las maniobras militares rusas sobre Kiev continuaron: los nuevos bombardeos destruyeron al menos tres edificios, causaron tres muertos y dañaron la entrada a una estación de subte del centro que se utilizaba como refugio antiaéreo de civiles. Estos hechos llevaron a las autoridades locales a dictar el toque de queda en la ciudad por 36 horas.
Pese a la resistencia de los ucranianos que han decidido quedarse en su país -o que están imposibilitados a migrar-, la ONU estimó que más de 3 millones de personas huyeron de Ucrania en los primeros 20 días de la invasión rusa, entre ellos casi un niño por segundo. “Esta crisis, por su velocidad y su magnitud, no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo James Elder, vocero de Unicef.
Iskander: el poderoso misil ruso
Un agente de inteligencia estadounidense señaló que Rusia cuenta con misiles capaces de burlar los radares ucranianos. Los misiles balísticos rusos, Iskander – M, son disparados desde el territorio ruso y pueden viajar unos 300 kilómetros.
Estos misiles, según dejó trascender un agente de inteligencia de Estados Unidos, interfieren y engañan a los radares aéreos que intentan localizarlos para derribarlos, lo que deja que las ojivas individuales alcancen sus objetivos.
Según Jeffrey Lewis, profesor de no proliferación en el Instituto de Middlebury de Internacional, esta tecnología no habría sido exportada por Rusia, por lo que vuelve difícil su investigación.
Líderes europeos viajaron a Kiev
Líderes políticos de Polonia, Chequia y Eslovenia, en representación de Comisión Europea, se reunieron ayer en Kiev con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un gesto de compromiso y respaldo a este país frente a la invasión.
Zelenski compartió un video de la reunión y consideró que la visita a Kiev representa “un poderoso testimonio de apoyo”. “Debemos detener cuanto antes la tragedia”, pidió el mandatario de Polonia, Mateusz Morawiecki, tras la visita.
El objetivo del viaje fue “confirmar el apoyo inequívoco de toda la Unión Europea a la soberanía e independencia de Ucrania y presentar un amplio paquete de ayudas”, según el portavoz del Gobierno polaco, Piotr Müller.