Daria Duguina, hija del líder del movimiento neoeuroasianista, Alexandr Duguin, un ideólogo ultranacionalista y uno de los más estrechos aliados del dirigente ruso Vladimir Putin, murió la noche del sábado al estallar una bomba instalada en el automóvil de su padre que conducía.
Un vocero del Gobierno de Ucrania negó en el día de hoy que el país haya tenido algo que ver con la bomba que explotó en Rusia. «No somos un Estado criminal como Rusia, y definitivamente no somos un Estado terrorista», dijo Mijailo Podoliak, uno de los principales asesores del presidente Volodimir Zelenski. «Ucrania no tiene nada que ver», aseguró.
El Comité de Investigación de Rusia aseguró que dado que se trató de una bomba que estaba incrustada en la parte inferior del automóvil, abrirán una investigación por homicidio. Desde la Cancillería dijeron que podría tratarse de un atentado del Gobierno ucraniano.
El objetivo del atentado era, en realidad, Alexander Duguin, indicaron personas allegadas a la familia, citadas por las agencias de prensa rusas. Se esperaba que ambos volvieran juntos de un festival cultural al que habían asistido, pero Duguin a última hora decidió abordar otro vehículo.
El Museo del Louvre enfrenta un nuevo contratiempo tras confirmarse que una fuga de agua provocó daños en entre 300 y 400 libros pertenecientes a su prestigioso departamento de antigüedades egipcias. El incidente, revelado por autoridades de la institución, se suma a una serie de problemas recientes que han puesto en tensión el funcionamiento del museo más visitado del mundo.
La filtración ocurrió el 26 de noviembre, cuando una válvula conectada a un sistema de calefacción y ventilación antiguo ,que había sido desconectado hace meses, fue abierta accidentalmente. La acción permitió que el agua se desbordara directamente hacia los estantes donde se conservaban volúmenes especializados, incluyendo revistas científicas, documentos de referencia y libros del siglo XIX y principios del XX utilizados por investigadores y curadores.
Aunque ninguna de las piezas forma parte del acervo artístico central del museo, el material afectado tiene un valor patrimonial significativo para la investigación en egiptología. Los expertos del Louvre aseguraron que, según las primeras evaluaciones, no habría pérdidas irreparables, y que ya comenzó un proceso minucioso de secado y restauración para recuperar la mayor cantidad posible de ejemplares.
Este episodio se suma a un clima de preocupación interna: en octubre, el museo fue noticia por el robo de joyas valuadas en más de 100 millones de dólares, un hecho que generó fuertes cuestionamientos sobre la seguridad y el mantenimiento del edificio. A esto se suma la reciente convocatoria a huelga por parte de los trabajadores, quienes denuncian la degradación de la infraestructura y reclaman inversiones urgentes.
Las autoridades explicaron que la renovación del sistema donde se produjo la fuga está prevista para septiembre de 2026, pero el incidente reaviva el debate sobre la necesidad de acelerar las obras para proteger tanto las colecciones como las áreas de trabajo del personal.
Este episodio ocurre en un clima interno ya cargado de tensiones. Tras el robo millonario de joyas ocurrido en octubre, los trabajadores del museo convocaron a una huelga para el 15 de diciembre, denunciando la creciente degradación del edificio, la falta de mantenimiento, problemas de seguridad y años de retrasos en obras estructurales clave. Los sindicatos advierten que la fuga de agua es una muestra más del deterioro de instalaciones que no logran acompañar el volumen de visitantes ni la magnitud del acervo que custodian.
La dirección del Louvre reconoció que el incidente expone nuevamente la urgencia de modernizar sectores críticos, aunque insistió en que se están tomando medidas para evitar que eventos similares vuelvan a repetirse. Mientras avanzan las tareas de restauración, la institución busca contener el impacto de este nuevo problema en su imagen internacional y afrontar las demandas del personal que reclama mejores condiciones para proteger uno de los patrimonios culturales más importantes del planeta.
Las autoridades de Hong Kong informaron este lunes la detención de 13 personas en el marco de la investigación por el devastador incendio que arrasó el complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, y que dejó al menos 151 muertos.
Entre los detenidos figuran directivos de la contratista responsable de la renovación, consultores de ingeniería estructural, subcontratistas vinculados a los andamios de bambú y empresas encargadas de las obras de fachada. Las detenciones fueron ordenadas bajo la sospecha de homicidio involuntario, en un contexto de graves irregularidades detectadas durante los trabajos de remodelación.
La investigación penal, desarrollada por la policía hongkonesa junto a la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC), reveló que varias de las mallas de protección utilizadas en los andamios no cumplían con los estándares antiincendios. De 20 muestras recolectadas en distintos niveles del edificio, al menos siete no cumplían con los índices exigidos de retardancia al fuego. Según las autoridades, se habría producido una sustitución fraudulenta de materiales luego de los daños que ocasionó el supertifón Ragasa en julio pasado.
Se estima que la forma en que se realizaron las obras y los materiales utilizados agravaron la propagación del fuego. Los trabajos de renovación exterior, combinados con andamios de bambú y redes sintéticas no aprobadas para resistir llamas, facilitaron que las llamas se expandieran velozmente por al menos siete de las ocho torres del complejo.
Más allá de los 13 detenidos por homicidio involuntario, las autoridades no descartan nuevas detenciones: la pesquisa aún no ha concluido. Además, un equipo interinstitucional fue conformado para coordinar la investigación penal y determinar responsabilidades, lo que podría derivar en cargos adicionales.
Las familias de las víctimas y los residentes del complejo, muchos de los cuales quedaron sin hogar, exigen justicia y mayor control sobre las obras de renovación. Además, crecen las críticas hacia las autoridades locales por supuestos incumplimientos de normas de seguridad y negligencia en la supervisión de las obras.
El mandatario de Estados Unidos afirmó estar buscando «recuperar el sistema estadounidense por completo»
Donald Trump anunció el jueves que planea suspender la migración desde lo que calificó como “países del Tercer Mundo”, un día después de que un ciudadano afgano disparara contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington. El mandatario difundió el anuncio mediante mensajes publicados en su cuenta de Truth Social.
Trump sostuvo que promoverá un freno definitivo al ingreso de ciudadanos provenientes de esas naciones. “Voy a detener de manera permanente la migración desde todos los países del Tercer Mundo para que el sistema estadounidense pueda recuperarse plenamente”, señaló por escrito. El mandatario aseguró que Estados Unidos requiere un período de estabilización en su estructura migratoria antes de implementar nuevas políticas de control.
Tambien advirtio :»Revertiré las millones de admisiones ilegales de Biden —inclusive las autorizadas con firma automática— y deportaré a toda persona que no represente un aporte real para Estados Unidos”, expresó con tono desafiante.
El mensaje llega tras el tiroteo ocurrido el miércoles por la tarde en las cercanías de la Casa Blanca, donde murió Sarah Beckstrom, de 20 años, integrante de la Guardia Nacional de Virginia Occidental. Su compañero, Andrew Wolfe, de 24, continúa hospitalizado en estado crítico.
“Estos objetivos se perseguirán con el fin de lograr una reducción significativa de las poblaciones ilegales y disruptivas, incluidas las admitidas mediante un proceso de aprobación no autorizado e ilegal del autopen [como se conoce a la máquina que replica automáticamente la firma presidencial]. Solo la migración inversa puede remediar por completo esta situación“, afirmó Trump
Al terminar su publicación, el presidente lanzó una nueva advertencia contundente: “Feliz Día de Acción de Gracias, excepto para quienes odian, roban, matan y destruyen todo lo que simboliza Estados Unidos. No estarán aquí por mucho tiempo”, sentenció. En su segundo mandato, las operaciones de detención y expulsión de inmigrantes en situación irregular se han convertido en uno de los pilares centrales de su estrategia migratoria.
El ataque nocturno perpetrado por Rusia sobre la ciudad de Ternópil marca una trágica escalada en el conflicto, cobrándose la vida de diez civiles y dejando decenas de heridos tras el impacto de misiles en dos torres de apartamentos. Este ataque forma parte de una ofensiva aérea masiva, confirmada por el presidente Volodímir Zelenski, que cifró el lanzamiento de más de 470 drones y 48 misiles en las últimas horas. Esta intensificación del bombardeo apunta directamente a la infraestructura energética y objetivos civiles, buscando debilitar a Ucrania de cara al invierno.
Ante la brutalidad de la ofensiva, la respuesta de Kyiv sigue siendo un llamado urgente a la acción internacional. El presidente Zelenski, quien viajó a Turquía en busca de un posible acuerdo que ponga fin a la guerra, utilizó sus redes sociales para elevar la crítica sobre la tibieza de la respuesta global. A través de Telegram, el mandatario fue contundente: «Cada ataque descarado contra la vida ordinaria demuestra que la presión sobre Rusia es insuficiente. Las sanciones efectivas y la ayuda a Ucrania pueden cambiar esta situación.»
El clamor por una mayor presión se produce justo cuando nuevas y duras sanciones estadounidenses a la industria petrolera rusa, diseñadas precisamente para estrangular las finanzas del Kremlin y forzar a Putin a la negociación, están por entrar en vigor este viernes. Así, mientras Ucrania enfrenta la devastación en sus ciudades, el foco se mantiene en la capacidad de la comunidad internacional para implementar medidas que realmente mermen la capacidad militar rusa y ofrezcan un camino viable para la paz.